Noli me tangere

Cuando estuve en el mar era marino
este dolor sin prisas.
Dame ahora tu boca:
me la quiero comer con tu sonrisa.

Cuando estuve en el cielo era celeste
este dolor urgente.
Dame ahora tu alma:
quiero clavarle el diente.

No me des nada, amor, no me des nada:
yo te tomo en el viento,
te tomo del arroyo de la sombra,
del giro de la luz y del silencio,
de la piel de las cosas
y de la sangre con que subo al tiempo.
Tú eres un surtidor aunque no quieras
y yo soy el sediento.

No me hables, si quieres, no me toques,
no me conozcas más, yo ya no existo.
Yo soy sólo la vida que te acosa
y tú eres la muerte que resisto

-Jaime Sabines

μεταμορφή / Ab esse ad posse valet consequentia

Me convertiré en una brisa,
acompañada por un fantasma transparente.
Lejos de las sombras de los sueños inminentes.
El tiempo perdido es más oscuro
que las profundidades de la meditación
nostálgica de la naturaleza.
Mi existencia que camina en
la distancia prohibida
continúa en un grado apócrifo.
Abre la puerta y déjame salir.

Haré las olas de la oscuridad.
Soy el mar encendido.
Cuando se mueven las olas sostienen
existencia no existente,
El océano también sostiene
existencia no existente.
Incluso cuando cambia, la luna también
sostiene existencia no existente
Existencia sin ego,
sin emociones ,
inalcanzable,
inmortal.

Fac simile

3:15-3:24-4:18

A veces pienso que mi vida es como una novela, hasta el nombre protagónico tengo.

La diferencia es que yo no tendré mi final feliz.

Supremum vale. Ad personam, ad eternum.

Hace un año, pensé que este día estaríamos burlándonos del mundo, de lo ridículas que son las personas, de la estupidez maravillosa y encantadoramente vacía de la vida.

Pero estoy sin ti.

Me faltaba poco para dar el paso que me lanzaría al precipicio, pues ese amor era mi motor. Era lo más intenso y vivo que había circulado por mis venas.

El único amor verdadero que conozco es una absoluta porquería.

Eres la persona por la cual daría mi vida y por indeterminada vez me doy cuenta que es muy difícil estar contigo, casi imposible. Con las diferencias, con las cosas malas, y el maltrato al sentimiento que teníamos, que terminó desgastándolo hasta convertirlo en nada, el golpe que acabó de tajo con todo. Simplemente, parece ser que ya no hay remedio.

Por eso, en este día de nuestro no-aniversario, me despido de ti y de la historia que inventamos una noche.

Cumplir con mi promesa en silencio de no hacerte daño y no estorbarte nunca más. Pues quieres volver a donde estabas, lo entiendo. Yo estuve toda mi vida en ese lugar, y te aseguro que al final no encontrarás nada.

Pero sé que soy algo insignificante en el universo sin tener a la persona que me rompe en mil pedazos el corazón y que no siempre se preocupaba por pegarlos, y a veces me cortaba con ellos. Pero que había veces que había un “te amo” por encima de la piel y caminatas con una canción en el viento. No me importaba vivir ese eterno ciclo de silencios y de preguntas sin respuesta, si besabas mis parpados después de llorar.


Gracias por empujarme y hacerme tropezar, dulce verdugo. Te pido perdón y te lo concedo. El tiempo logrará distorsionar tu rostro, como a mi me está pasando ahora.

A pesar de lo absurdo que fue… me pregunto si volveré a sentir otra vez el hermoso maldito efecto que produce la promesa en forma de beso. Logrando acariciarte el alma para siempre.

Tal vez sea para alguien, no lo sé, dejémoslo escrito, eso basta, después de todo, dejaremos de existir y todo quedará en nada.